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martes, 5 de julio de 2016

LA TIERRA QUE DIOS NOS DIO.

Números 13

Cuando Dios llamó a Moisés (Éxodo 3), le prometió que los libraría de mano de los egipcios y los sacaría de aquella tierra a una buena y ancha. Cuando llegaron a la tierra que Dios les dio, Jehova habló nuevamente a Moisés indicándole que envíe a 12 espías, con instrucciones precisas:
1. Debían reconocer la tierra (Números 13:1)
2. Debían enviar a un príncipe de cada tribu (Números 13:1-2)
3. Observar como era la tierra y el pueblo que la habitaba (Num. 13:18)2
4. Observar como era el terreno, si era fértil o estéril (Num. 13:20)
Los enviados fueron y por 40 días realizaron la misión.

Un día de nuestra vida, Dios nos sacó de la esclavitud de Egipto, nos libró del pecado cuando aceptamos a nuestro Señor Jesucristo, nos mostró la tierra que debíamos conquistar: LA POLICÍA.
Cuando Jehová envió a los 12 espías a reconocer la tierra de Canaán no envió a cualquier persona, eligió a los príncipes de cada una de las 12 tribus de Israel, hoy te envía a ti, fuiste escogido como los príncipes del relato y te dio la misión de reconocer el lugar donde te puso, observar las personas que allí trabajan, observar el terreno.

Volvamos a los 12 espías, ellos constataron lo que Dios les había dicho sobre esa tierra, constataron que estaba habitada por otros pueblos.
Diez espías dijeron "No podremos subir contra aquel pueblo, porque es mas fuerte que nosotros" (Num. 13:31), "es tierra que traga a sus moradores",  "son hombres de grande estatura" (Num.13:32), "También vimos gigantes y éramos nosotros, a nuestro parecer como langostas" (Num.13:33)
Esos enviados dudaron de las promesas de Dios, se olvidaron de los milagros que Dios había hecho cuando los sacó de Egipto, fueron pesimistas, tuvieron miedo, se sintieron inferiores.

Cuando llegamos a la Institución Policial, la tierra que Dios nos dio para conquistar, nos encontramos con gigantes, encontramos un mundo extraño, a veces oscuro, otras violento, a menudo corrupto, lleno de traición, egoísmo. Algunos cristianos se asustan y se sienten como langostas al lado de esos gigantes. Con temor buscan una oficina tranquila para "no contaminarse", otros piden retiro anticipado para dedicarse a la obra de Dios en la iglesia porque ven incompatible la función de policía con su condición de cristiano, otros se mimetizan para no parecer cristianos por temor a la burla.

Volvamos a los 12 espías, uno de ellos, de nombre Caleb dijo "Subamos luego, y tomemos posesión de ella; porque mas podremos nosotros que ellos" (Num 13:30) y el otro enviado de nombre Josué decía al pueblo "no temáis al pueblo de esta tierra, porque nosotros los comeremos como pan".
Cuanta fe, cuanta confianza en Dios, cuanta dependencia de Dios, cuanta obediencia. Caleb y Josué dominaron el temor, ellos creyeron que la victoria con Dios de su lado estaba garantizada.
Imitemos a Caleb y Josué, llevemos la luz de Cristo en nuestra conducta allí donde hay oscuridad, llevemos manos limpias y corazón puro donde veamos corrupción, llevemos amor y solidaridad donde veamos egoísmo.
Conquistemos la tierra que Dios nos dio con entrega, sacrificio, responsabilidad, solidaridad, compromiso, honestidad en cada día de labor, en cada procedimiento, en cada recargo, en cada servicio. 
Dios está con nosotros, la victoria está asegurada. 

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